En el día de ayer se celebró en Madrid, en el salón de actos de Cofares Servicios, una jornada de protección de datos bajo el título “Cómo afrontar una inspección de la Agencia de Protección de Datos”. Esta jornada, de contenido formativo, se organizó por Umbra Abogados en colaboración con Cofares Servicios. La jornada contó como ponente con Lilliam Valenzuela, Abogada Socia y Delegada de Protección de Datos certificada de acuerdo con el esquema nacional de la AEPD.

Umbra Abogados celebra este año una década de la mano de Cofares Servicios para el asesoramiento a farmacias en protección de datos. Estos años han servido al equipo legal de Umbra para conocer profundamente la actividad de las farmacias, y poder ofrecerles un asesoramiento verdaderamente especializado.

A las jornadas acudió un gran número de farmacéuticos que mostraron mucho interés en el contenido, así como plantearon preguntas al ponente al finalizar la ponencia. 

La jornada tuvo un contenido eminentemente práctico. La ponente explicó cada una de las obligaciones que deben cumplir las farmacias utilizando para ello ejemplos prácticos, dejando ver el profundo conocimiento de un sector tan especial y regulado como es el de las oficinas de farmacia. Se habló fundamentalmente sobre la forma en la que se desarrollan habitualmente las inspecciones de la AEPD, quienes son los potenciales denunciantes y las principales amenazas a las que se enfrentan las farmacias. Por último, se revisaron las medidas técnicas y organizativas que deben aplicarse para de esta forma estar preparados para afrontar una posible denuncia o inspección de la Autoridad de Control.

Estas mismas jornadas de protección de datos han sido celebradas en Tenerife y en Toledo y continuarán a lo largo del mes de noviembre celebrándose en Sevilla, A Coruña y Valladolid. Umbra Abogados y Cofares Servicios se encuentran comprometidos con los valores de la privacidad por lo que organizan anualmente estas jornadas gratuitas con el fin de promover el cumplimiento de la protección de datos en el sector. Se busca sobre todo que el cumplimiento de esta normativa deje de verse como una carga legal, para convertirse en una herramienta de competitividad y en un valor ético para las farmacias.